Este juego del ´84, fue relanzado para Megadrive en el ´91. De temática sencilla, encierra un reto enorme dentro de sí y un nivel de adictividad increíble.
Flicky es el nombre de un pajarillo de color azul, que a través de los niveles debe recuperar a sus polluelos, evitando a gatos e iguanas. Los enemigos se pueden sortear saltando o cambiando el sentido de la marcha, y en algunos niveles podemos encontrar objetos arrojadizos. Según vayamos avanzando, encontraremos niveles de bonificación, en los que deberemos recoger en una red todo los pollitos que vayan cayendo.
Las pantallas están configuradas a modo de "laberinto", y avanzando lateralmente nunca acaban, sino que se vuelve a repetir el puzzle una y otra vez, lo que otorga al juego una velocidad endiablada.
Gráficos: 5,5 lo cierto es que no busca deslumbrar en este apartado, ni falta que hace la verdad.
Jugabilidad: 8 hasta que nos acostumbramos a la respuesta de Flicky, perderemos alguna que otra vida.
Sonido: 5,5 otro apartado por el que no se recordará el juego.
Dificultad: 9,5 muy difícil, pero si no desesperas, lo disfrutarás.
Diversión: 8,5 no tiene más nota, porque podemos desesperar por la dificultad. Pero el juego tiene su rollito.
Flicky es el nombre de un pajarillo de color azul, que a través de los niveles debe recuperar a sus polluelos, evitando a gatos e iguanas. Los enemigos se pueden sortear saltando o cambiando el sentido de la marcha, y en algunos niveles podemos encontrar objetos arrojadizos. Según vayamos avanzando, encontraremos niveles de bonificación, en los que deberemos recoger en una red todo los pollitos que vayan cayendo.
Las pantallas están configuradas a modo de "laberinto", y avanzando lateralmente nunca acaban, sino que se vuelve a repetir el puzzle una y otra vez, lo que otorga al juego una velocidad endiablada.
A nivel jugable, Flicky no es fácil de manejar en un principio y deberemos adaptarnos, ya que, durante los saltos realiza un pequeño planeo, que va aumentado con la altura de salto y la velocidad que llevemos. El resto es correr y evitar a los enemigos e ir cambiando de unas plataformas a otras.
El sonido no ofrece un espectáculo grandioso. Una melodía bastante infantil y repetitiva, y una piar sin cesar de los pollitos cuando vamos saltando, lo cual hará las delicias de todos aquellos que tengan pájaros como mascotas ya que no pararán de cantar pensando que son congéneres suyos.
Divertido es y difícil, también. A medida que vamos superando niveles la dificultad aumenta exponencialmente, lo que nos hará repetir niveles una y otra vez, hasta que logremos pasar a toda velocidad las pantallas y el juego se convierte en una auténtica gozada.
Gráficos: 5,5 lo cierto es que no busca deslumbrar en este apartado, ni falta que hace la verdad.
Jugabilidad: 8 hasta que nos acostumbramos a la respuesta de Flicky, perderemos alguna que otra vida.
Sonido: 5,5 otro apartado por el que no se recordará el juego.
Dificultad: 9,5 muy difícil, pero si no desesperas, lo disfrutarás.
Diversión: 8,5 no tiene más nota, porque podemos desesperar por la dificultad. Pero el juego tiene su rollito.
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