sábado, 13 de agosto de 2016

Biomechanical toy


Este juego de recreativa, lo descubrimos por casualidad en un pequeño bar de pueblo. Por entonces, la partida costaba 25 pesetas y llegó a ser tal el vicio que teníamos, que nos lo llegamos a pasar con sólo 20 duros.

El juego es un mata-mata al uso, del estilo Metal Slug. En este caso, la historia transcurre en una tienda de juguetes y el malo malote roba un cetro mágico, el cual debemos recuperar. Nuestro héroe, irá armado con una pistola, que puede ser cambiada por otras armas más contundentes, e iremos disparando a diestro y siniestro sin un momento de respiro, ya que además de los enemigos tendremos un contador de tiempo para meternos un poco más de prisa. Además los niveles, le darán un toque plataformero, que unido a su ritmo frenético, nos pondrán las cosas difíciles. Al final de cada fase, encontraremos un jefe final, con una rutina de ataque preestablecida, que llenará la pantalla de "cositas" que nos pueden matar.



Los gráficos son una auténtica pasada, enemigos nítidos e increíblemente imaginativos, al igual que los escenarios, llenos de detalles. Cuando golpeamos a los malos, cambian su cara a una de dolor que a la vez es muy cómica.. Explosiones, brillos por toda la pantalla y unos colores muy vivos, hacen del juego una experiencia visual inolvidable.

Nuestro personaje se mueve fluidamente y responde a los mandos con tremenda rapidez, y menos mal, ya que deberemos cambiar la dirección de disparo continuamente. En el apartado de plataformas tampoco hay pega alguna, el control es preciso y lo solventaremos sin error, a no ser que fallemos nosotros.

Para mí, el apartado que menos destaca es el sonoro, con unas melodías metaleras (que algunas están muy bien) que simplemente acompañan a la acción.



El juego es de esos que te enganchan desde el primer segundo. Pasaron muchos años desde que jugué en aquella recreativa hasta que lo volví a encontrar (ni si quiera sabía el nombre) y fue un auténtico subidon rejugarlo tantos años después.

Graficos: 9,5 mucho nivel en el diseño de los escenarios y mucho cariño en realizar un acabado tan bueno.

Jugabilidad: 9 mata-mata-mata. Con tanto disparo y enemigo debe ser buena obligatoriamente.

Sonido: 7 algunos temas molan, aunque sólo acompañan la acción.

Dificultad: 9 como casi todos los de este tipo, un auténtico sufrimiento.

Diversión: 9,5 a raudales.

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