martes, 20 de septiembre de 2016

We love Katamari


No voy a mentir, la primera vez que vi Katamari pensé WTF!! era impresionante la mala pinta que tenía, pero le dí una oportunidad y no me arrepiento.

Somos un Príncipe de una estirpe de seres que dominan el cosmos. En este título, el Rey quiere dar capricho a los terrícolas y deberemos realizar sus deseos. Para ello contaremos con un Katamari, un especie de bola que va pegando todo lo que pasa por su lado.

Pero no es tan fácil todo. Cuando rodemos, en un principio sólo podremos coger objetos de un determinado tamaño y a medida que crece nuestro Katamari podremos coger objetos más grandes. A este echo se suma un tiempo limitado para superar los niveles, por lo que la agilidad y la presteza se hacen imprescindible.



A nivel gráfico, pues pefff, nos vamos a nivel de títulos malos de Ps1, pero lo importante es que los objetos se diferencian bien.

Y vamos con la jugabilidad, que es el apartado más importante del título. El Katamari no es sencillo de manejar ni por asomo. El juego nos obliga a manejar los dos sticks para rodar, por lo que si queremos avanzar debemos pulsar adelante los dos joystick, y para girar tres cuartas de lo mismo. Pero los giros tienen más intringulis de lo que parece, no basta con gira y punto, ya que sino se relentiza e incluso para el Katamari y deberemos hacer varias pruebas hasta pillarle el punto.

Una vez que le tengamos cogido el punto, el juego se vuelve adictivo a más no poder, queriendo hacer Katamaris más y más grandes, por que cuanto más grande, más destrucción.





Gráficos: 5,5 flojitos y rarunos, no se pueden definir de otra manera.

Jugabilidad: 7,5 difícil cogerle el tranquillo, pero después todo va rodado.

Sonido: 9 temas japoneses a más no poder pero que se quedan en la cabeza y los tararearás más de una vez.

Dificultad: 7 no es muy dificil, al principio hasta moverse con agilidad tendremos que repetir algún nivel.

Diversión: 10 hacer Katamaris colosales es brutal.

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